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Escrito por Administrador Plataforma, miércoles 11 de septiembre de 2013 , 21:41 hs , en Nuestro pueblo

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  • Israel el miércoles 6 de noviembre de 2024, 15:23 hs

    El extintor de espuma: un aliado en la seguridad escolar

    La seguridad en los centros educativos es una prioridad absoluta. Y dentro de las medidas de prevención de incendios, el extintor de espuma juega un papel fundamental. Pero, ¿qué es exactamente un extintor de espuma y por qué es tan importante en un entorno escolar? ¡Vamos a descubrirlo juntos!

    ¿Qué es un extintor de espuma?

    Imagina un incendio como un monstruo hambriento que se alimenta de oxígeno. Pues bien, el extintor de espuma es el héroe que llega para sofocar a este monstruo. ¿Cómo lo hace? Pues muy sencillo: al liberar espuma, crea una barrera que impide que el oxígeno llegue a las llamas, dejándolas sin su principal fuente de alimento. ¡Boom! Incendio extinguido.

    ¿Por qué es importante el extintor de espuma en los colegios?

    Ahora que sabemos qué es un extintor de espuma, es hora de preguntarnos por qué es tan importante en los colegios. La respuesta es sencilla: porque los colegios son lugares con mucho movimiento, con personas de todas las edades, y donde pueden ocurrir accidentes, como pequeños incendios.

    Un extintor de espuma es ideal para estos casos, ya que es eficaz en la extinción de incendios de clase A (materiales sólidos como madera, papel o textiles) y de clase B (líquidos inflamables como gasolina o aceite).

    ¿Cómo funciona un extintor de espuma?

    El funcionamiento de un extintor de espuma es bastante sencillo. Al accionar el dispositivo, se libera una mezcla de agua y un agente espumante. Este agente, al entrar en contacto con el aire, se expande formando una espuma que cubre la superficie del fuego, privándolo del oxígeno necesario para su propagación.

    ¿Cómo utilizar correctamente un extintor de espuma?

    Aunque los extintores de espuma son relativamente fáciles de usar, es importante saber cómo hacerlo correctamente para garantizar su eficacia y nuestra seguridad. Aquí te dejamos unos sencillos pasos:

    1. Acercarse al fuego: Lo más cerca posible, pero manteniendo una distancia segura.

    2. Desenclavar el seguro: Liberar el pasador de seguridad.

    3. Apuntar a la base del fuego: No a las llamas directamente.

    4. Accionar la palanca: Mantenerla presionada mientras se extingue el fuego.

    5. Barrer el fuego: Mover el chorro de espuma de un lado a otro, cubriendo toda la superficie del fuego.

    Normativa y mantenimiento del extintor de espuma en los colegios

    La normativa sobre extintores de espuma en los colegios es bastante estricta. Es obligatorio que los centros educativos cuenten con un número suficiente de extintores de espuma, que estén correctamente señalizados y que se realicen inspecciones periódicas para garantizar su correcto funcionamiento.

    Además, es fundamental que el personal del colegio sepa cómo utilizar correctamente los extintores. Por eso, es recomendable realizar periódicamente simulacros de incendios y sesiones de formación sobre el uso de extintores.

    El extintor de espuma es un aliado indispensable en la seguridad escolar. Su eficacia, facilidad de uso y capacidad para extinguir diversos tipos de incendios lo convierten en un elemento esencial en cualquier centro educativo.

    Sin embargo, es importante recordar que la prevención es la mejor medida de seguridad. Por eso, es fundamental educar a los alumnos y al personal sobre las medidas de prevención de incendios, como evitar el uso de velas o mecheros en el colegio, no sobrecargar los enchufes o apagar correctamente los dispositivos electrónicos.

    Así que, la próxima vez que veas un extintor de espuma en tu colegio, recuerda que es un héroe silencioso que nos protege de los peligros del fuego. ¡Cuídalo y úsalo correctamente!

     

  • Carlota Bermudez el jueves 12 de diciembre de 2024, 15:16 hs

    La Guía Definitiva de campana extractora hosteleria para Cocinas Escolares en 2024

    ¿Te imaginas una cocina escolar sin una buena campana extractora? Sería un caos, ¿verdad? Humo, olores persistentes, grasa por todas partes… ¡Un desastre! Por eso, elegir la campana extractora hostelería adecuada es crucial, especialmente en un entorno tan exigente como una cocina escolar. En 2024, la tecnología y las normativas han avanzado, y es fundamental estar al día para garantizar la seguridad y la eficiencia. Vamos a sumergirnos en el mundo de las campanas extractoras hostelería y descubrir qué necesitas saber para tu cocina escolar.

    La Importancia Vital de una campana extractora hosteleria en un Entorno Escolar

    Las cocinas escolares son un hervidero de actividad. Se preparan cientos de comidas al día, lo que genera una gran cantidad de humo, vapores y olores. Una campana extractora hostelería eficiente es esencial para mantener un ambiente de trabajo limpio, seguro y saludable. No se trata solo de una cuestión de confort, sino también de cumplir con las normativas de higiene y seguridad alimentaria. ¿Sabías que una mala ventilación puede contribuir a la proliferación de bacterias y hongos? ¡Exacto! Además, una buena extracción evita la acumulación de grasa en las superficies, reduciendo el riesgo de incendios. ¡Menudo lío se podría armar! Por lo tanto, invertir en una campana extractora hostelería de calidad es una inversión en la salud y el bienestar de todos.

    Tipos de campana extractora hosteleria: ¿Cuál es la Mejor Opción para tu Cocina Escolar?

    Existen diferentes tipos de campanas extractoras hostelería, cada una con sus propias características y ventajas. Elegir la adecuada dependerá del tamaño de la cocina, el tipo de cocción que se realiza y el presupuesto disponible. Podemos encontrar principalmente:

    • Campanas de pared: Se instalan directamente en la pared, sobre la zona de cocción. Son ideales para cocinas pequeñas o medianas.

    • Campanas centrales o de isla: Se suspenden del techo, sobre una isla de cocción. Son perfectas para cocinas grandes y espaciosas.

    • Campanas de flujo laminar: Diseñadas para cocinas profesionales de alto rendimiento, ofrecen una extracción muy eficiente y un bajo nivel de ruido.

    Dentro de cada tipo, existen variaciones en cuanto a materiales, potencia de extracción, sistemas de filtrado, etc. Por ejemplo, las campanas industriales con filtros de grasa de acero inoxidable son más duraderas y fáciles de limpiar que las de aluminio. ¿A que no lo sabías? ¡Pues ahora sí! También es importante considerar el sistema de extracción: ¿con salida al exterior o con recirculación? Las campanas con salida al exterior son más eficientes, ya que expulsan directamente el aire contaminado. Sin embargo, requieren una instalación más compleja. Las campanas de recirculación filtran el aire y lo devuelven a la cocina, lo que las hace más fáciles de instalar, pero requieren un mantenimiento más frecuente de los filtros.

    Factores Clave para Elegir la campana extractora hosteleria Perfecta

    A la hora de elegir una campana extractora industrial para una cocina escolar en 2024, hay varios factores que debes tener en cuenta:

    • Caudal de extracción: Se mide en metros cúbicos por hora (m³/h) y determina la cantidad de aire que la campana es capaz de extraer. Debe ser proporcional al tamaño de la cocina y al tipo de cocción.

    • Nivel de ruido: Una campana ruidosa puede ser muy molesta, especialmente en un entorno escolar. Busca modelos con un bajo nivel de decibelios.

    • Sistema de filtrado: Los filtros de grasa y de carbón activo son esenciales para atrapar la grasa y los olores. Asegúrate de que sean fáciles de limpiar o reemplazar.

    • Eficiencia energética: Opta por modelos con certificación energética A o superior para ahorrar en la factura de la luz.

    • Normativa vigente: Asegúrate de que la campana cumpla con las normativas de seguridad e higiene alimentaria.

    Mantenimiento y Limpieza: Claves para el Rendimiento Óptimo de tu campana extractora hosteleria

    Una vez instalada la campana industrial, es fundamental realizar un mantenimiento regular para garantizar su correcto funcionamiento y prolongar su vida útil. Esto incluye:

    • Limpiar los filtros 1 de grasa con frecuencia, preferiblemente cada semana o cada dos semanas, dependiendo del uso.  

    • Reemplazar los filtros de carbón activo según las recomendaciones del fabricante.

    • Limpiar la campana por dentro y por fuera con un paño húmedo y un detergente suave.

    • Revisar periódicamente el motor y el sistema de extracción.

    Un mantenimiento adecuado no solo asegura un rendimiento óptimo de la campana, sino que también previene averías y costosas reparaciones.

     

    Elegir la campana extractora hostelería adecuada para una cocina escolar en 2024 es una decisión crucial que va más allá de simplemente eliminar humos y olores. Se trata de invertir en la salud, la seguridad y el bienestar de toda la comunidad educativa. Una buena ventilación contribuye a un ambiente de trabajo más limpio, seguro y productivo. Al considerar factores como el caudal de extracción, el nivel de ruido, el sistema de filtrado y la eficiencia energética, y realizando un mantenimiento regular, se asegura una inversión inteligente que reportará beneficios a largo plazo. Al fin y al cabo, una cocina limpia y bien ventilada es una cocina feliz.

  • Roberto L. el lunes 28 de julio de 2025, 19:10 hs

    CO₂: el gas que todos temen… pero sin el cual todo ardería

    CO₂: el gas que todos temen… pero sin el cual todo ardería.

    Una sustancia incomprendida que, bien utilizada, salva más que condena

    El dióxido de carbono, ese viejo conocido al que los ecologistas señalan con dedo acusador en cada cumbre climática, ha pasado de ser el villano favorito del siglo XXI a convertirse —con permiso de los sensacionalistas— en un actor imprescindible de nuestra vida moderna. Porque sí, es cierto que su acumulación descontrolada en la atmósfera contribuye al calentamiento global. Pero también lo es que, lejos del sensacionalismo ambiental, el CO₂ tiene más funciones útiles de las que muchos quieren reconocer.

    Estamos ante un gas versátil, preciso y —cuando se usa con criterio— seguro. Un gas que enfría, que conserva, que anestesia... y que apaga incendios con una eficacia que ya quisieran muchos discursos. Y lo hace sin ruido, sin residuos, sin complicaciones. Como un mayordomo inglés de los de antes.

    El hielo seco: ciencia, elegancia y cero sentimentalismos

    Pongamos que hablamos de -78 grados centígrados. Pongamos que no hay agua, ni humedad, ni gota que gotee. Solo un bloque de dióxido de carbono comprimido, listo para sublimarse y convertirse en esa neblina que baja por los suelos del escenario. No es humo. No es magia. Es física. Es hielo seco.

    Su uso en el transporte de alimentos, en el mundo farmacéutico o en los efectos especiales no es una anécdota. Es una necesidad. Y es que el CO₂ sólido conserva sin contaminar, sin oxidar y sin empapar. Es el actor secundario que nunca se lleva el premio, pero sin el cual la obra se cae. No se ve, pero está ahí. Trabajando.

    El extintor CO2: cuando apagar es cuestión de inteligencia

    En lugares donde el agua sería tan destructiva como el fuego —léase quirófanos, salas de servidores, laboratorios—, el clásico extintor de agua o espuma no solo no ayuda: complica el problema. Aquí entra en escena el auténtico caballero: el extintor co2.

    Este dispositivo no deja restos. No moja, no ensucia, no interrumpe. Expulsa un gas frío que reduce el oxígeno de forma súbita, asfixiando las llamas sin tocar un solo cable. Ideal para fuegos de clase B y C, su eficacia ha convertido al extintor CO2 en un habitual de los entornos donde la precisión y la limpieza son esenciales. No es agresivo, pero es letal con las llamas. Y lo mejor: no deja cicatriz.

    Extintores CO2: imprescindibles en zonas eléctricas y tecnológicas

    Avanzamos en el texto, y es hora de poner las cosas en su sitio: los extintores CO2 no son un lujo. Son una necesidad básica en espacios con riesgo eléctrico. ¿Qué hacemos si se incendia un cuadro eléctrico o un servidor repleto de información crítica? ¿Le echamos agua? ¿Polvo químico? Error. Lo correcto es utilizar CO₂: ni cortocircuitos, ni residuos conductores.

    Los extintores co2 están diseñados para intervenir con precisión y sin consecuencias secundarias. En centros de datos, hospitales o industrias electrónicas, no es una cuestión de preferencia, sino de lógica técnica y normativa. Porque un error aquí puede costar millones. O vidas.

    CO2: un gas con más futuro que pasado

    A estas alturas, no queda duda de que el co2, lejos de ser un gas condenado al banquillo, tiene una lista de virtudes que ya quisiéramos para algunos humanos. En aplicaciones médicas, por ejemplo, es el encargado de inflar cavidades durante cirugías laparoscópicas. Y en el transporte de órganos, es la atmósfera ideal para preservar sin contaminar.

    El sector farmacéutico lo emplea como atmósfera inerte. El alimentario, para prolongar la vida útil de los productos. Y el de investigación, como gas de control en cámaras hiperbáricas. Todo sin efectos adversos, sin toxicidad grave y con una absorción rápida por parte del cuerpo humano. No es solo útil: es necesario.

    Extintor para cuadro eléctrico: intervención sin destrucción

    Detrás de una tapa gris y aburrida se esconde a menudo una trampa eléctrica. Los cuadros de luz, esos centros neurálgicos de nuestras viviendas y oficinas, pueden pasar de silenciosos a incendiarios en segundos. Una sobrecarga, una chispa, un mal cableado… y la catástrofe está servida.

    El extintor para cuadro eléctrico ha de ser, por norma y por sentido común, uno que no empeore el problema. Por eso, el CO₂ se impone. Porque apaga sin dejar rastro. Porque actúa sin convertir una avería en un cortocircuito total. Porque respeta lo que encuentra. Y porque, a diferencia de otros métodos, no convierte el remedio en veneno.

    ¿Dónde es obligatorio tener un extintor? Más cerca de lo que cree

    No es una opción. La ley lo exige. En locales comerciales, garajes, comunidades de vecinos, talleres, vehículos industriales… la normativa deja poco margen al azar: si hay posibilidad de incendio, debe haber un extintor.

    Pero no basta con colgarlo en la pared. Debe estar operativo, accesible, revisado. Y, sobre todo, adecuado al tipo de riesgo. Un fuego de grasa en una cocina no se apaga con agua. Un incendio eléctrico no se enfrenta con espuma. Cada amenaza tiene su arma. Y en espacios delicados, esa arma suele tener nombre químico: CO₂.

    El CO₂ como refrigerante: sin CFC, sin nostalgia, con eficiencia

    ¿Recuerda cuando los frigoríficos eran bombas químicas en potencia? Aquellos tiempos de CFC y HFC quedaron atrás. Ahora, el co2 ha vuelto a la primera línea como refrigerante ecológico. No daña la capa de ozono. No se acumula en la atmósfera como otros gases industriales. Y además, refrigera con la misma —o mayor— eficiencia.

    En supermercados, trenes frigoríficos y sistemas HVAC de última generación, el CO₂ se consolida como el estándar responsable. Una solución moderna a un problema que parecía no tener salida. Tecnología sin culpa. Frío sin remordimientos.

    Al CO₂ hay que conocerlo antes de condenarlo

    Nos pasamos media vida señalándolo, culpándolo, demonizándolo. Y resulta que el CO₂, ese gas que parece salido del infierno, es también el que evita que el infierno se desate en hospitales, cocinas, industrias y servidores. Es el que enfría sin destruir. El que preserva sin alterar. El que apaga fuegos sin arrasar el terreno.

    Claro que hay que controlarlo. Claro que hay que regular sus emisiones. Pero no olvidemos que su existencia nos resuelve más de un problema. Porque a veces, el diablo lleva bata blanca. O está dentro de un extintor co2 esperando ser útil. Y lo es.